Monday, November 1, 2010

FMLN/MIRANDO DE ARRIBA


Claudio Ferrufino-Coqueugniot

El triunfo del FMLN en las elecciones de El Salvador es uno que alegra. No tiene el mismo matiz que el retorno de Daniel Ortega a Nicaragua, porque ya entonces el sandinismo se había desgraciado a ojos vista, con un esquema de corrupción tan grande que el pueblo dio en llamarlos la "piñata sandinista", y eso no necesita explicación mayor.

Luego de dos décadas, y con triunfos locales, municipales, etc, la ex-guerrilla accede por primera vez a la presidencia, arrebatando la silla al partido ARENA, fundado por el tristísimamente célebre Roberto D'Aubuisson, creador de los escuadrones de la muerte derechistas durante -y antes- la guerra civil, violador constante de los derechos humanos, muerto de cáncer en 1992, sin haber respondido jamás por sus crímenes de tortura y muerte.

Para mí implica hasta un asunto personal. Mis años en Washington DC los pasé trabajando con, y conociendo, varios salvadoreños, de ambos lados: refugiados civiles y ex-soldados. La guerra de El Salvador era una causa por la humanidad. La injerencia norteamericana no fue sólo brutal sino asesina, y aquellas víctimas que deambulaban las calles de la capital no podían ocultar el horror que habían visto, donde violaciones en masa de niñas eran pan de cada día, y los poblados marcados como colaboracionistas de la guerrilla, amanecían con las cabezas de sus jóvenes regadas por las calles como advertencia y lección.

Cuando terminó el infierno -recuerdo-, en la primera elección, ganó un estrecho colaborador de D'Aubuisson, del cual ya ni importa el nombre. Se olía fraude. El tiempo pasó y me fui desligando de aquella realidad que había marcado muchas de mis noches con espanto. Leía poemas de Roque Dalton, víctima insensata de la locura que corría allí.

Hoy se ve la mano de Hugo Chávez en esta victoria. El dinero de Hugo Chávez... Pero lo que para él significa ampliar un feudo -que ojalá no sea- para el salvadoreño común, que no ha olvidado los fatídicos humos de la debacle, es tal vez una ilusión.

Aún reverenciado por la derecha salvadoreña, el presidente Antonio Saca -el 2007- quiso nombrar a D'Aubuisson "hijo meritorio de El Salvador". No pudo hacerlo.

Esta victoria del FMLN espero resulte un desagravio mínimo para las víctimas de la terrorista violencia de estado. Un país que todavía no recupera de las heridas que la angurria e ignorancia imperiales le causaron. Un país que se debate entre la pobreza y las pandillas criminales de los hijos y nietos de los sacrificados de entonces.
16/03/09

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Publicado en Opinión (Cochabamba), marzo 2009

Imagen: El poeta Roque Dalton con Miguel Angel Asturias

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