Tuesday, January 21, 2014

Ficciones/MIRANDO DE ABAJO

Claudio Ferrufino-Coqueugniot

Inauguran un programa de radio en aymara, que será traducido al quechua, castellano y guaraní, sobre la vida del señor Evo Morales, autonombrado primer -y único- presidente indígena de Bolivia, y desesperado adalid de campañas en su favor para que se lo reconozca como referente mundial.

Es lógico comprender que cuando poder se asocia a ignorancia, megalomanía y vanidad son secuelas inmediatas. Porqueros como Francisco Pizarro, pintores fracasados como Hitler, segundones como Yugashvili, quisieron en su momento sepultar los desdenes del pasado y reinventar el mundo y no solo su propia historia. El precio a pagar fue muy alto. Morales, en un escalafón muy inferior a los nombrados, pero con los mismos enfermizos síntomas, se desvive por pervivir, sin tener la suerte entre comillas de Johannes Faustus de aparecérsele un Mefistófeles y ofrecerle eternidad. Tal vez por eso Choquehuanca mandó a un desquiciado Cárdenas a recuperar el ekeko de un museo suizo. Hay que ficcionalizar, inventar, mentir, para armar un entarimado que aunque sea castillo de naipes, soporta el momento y gana tiempo ¿Cuánto? No lo sabemos.

Cárdenas, racista confeso y Let it Be tee shirt´s guy, el descolonizador más colonizado por la lujuria occidental, es posible que lo consiga, que traiga la figurilla desde Suiza, porque los europeos apenas soportan el peso de sus culpas y creen que lambisconeando pies indios lavan la sangre. Digamos que lo hacen, que el ekeko se aposenta en palacio, entonces el comunista Linera le rezará, invocará, amén de revolcarse en el suelo luego de la milluda que le propine algún otro narcoamauta, porque así vamos en este mundo del nunca jamás. Entre Garfio y Peter Pan o Blanca Nieves y los cuarenta enanos.

Rafael Leónidas Trujillo, de herencia haitiana, lo que entonces (y hoy) era baldón imperdonable; Tacho Somoza, que de lavador de urinarios se entronizó como amo y fundador de dinastía, o cualquiera de los gánsters de la realidad y la ficción norteamericanas, que naciendo de labradores y pastores en Sicilia, adquieren, burdamente eso sí, gustos y refinamientos de ricos, queriendo comprar con oro una escuela de vida privativa de los oligarcas. Les sale mal, porque el pobre origen sumado a la riqueza funciona como receta kitsch. Morales hoy, que juega a dos bandos: por uno el de presentarse como el humilde llamero enviado por los achachilas, y por otro el desesperado buscador de parecerse cada vez más a quienes odia y admira en el fondo. Sin la hidalguía de un Mandela, sin la soltura de Nasser. Jocosa comedia de trágicas consecuencias colectivas.

Hay frenesí, impaciencia por quemar etapas. Cada vez los plazos de sus representaciones se acortan. En los últimos meses un satélite, el Dakar, el G-77, el teleférico, éxtasis pero también desesperanza, hasta angustia por no saber si los resultados devendrán en una transformación inesperada de la historia, de la vida misma, de dejar de ser humano y convertirse en dios. Algo de religioso, de prometeico pero en miserable intento, sin épica ni gloria. Danza de millones para comprarse una memoria, un espacio, certeza de inmortalidad, aunque al sacarse las botas le hiedan los pies y este sencillo y natural aroma humano destierre cualquier posibilidad divina.

A Trujillo y a Somoza los cosieron a tiros. Otros terminaron en santidad, pero murieron. ¿Para qué lidiar con lo inevitable? ¿No sería más fácil ser cuerdos, aprender a razonar? ¿O los complejos son tan inmensos que los líderes y sus ton ton macutes andinos, tienen incapacidad de superarlos?

Ahora es posible que los suizos, quienes le deben al ekeko y no a Guillermo Tell lo que tienen y son, luchen a ultranza por preservarlo. No sea que cediéndolo los bancos se trasladen a Orinoca y las bartolinas, fierecillas indómitas, reemplacen a los adustos economistas que los dirigen.

Ave César.
20/01/14

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Publicado en El Día (Santa Cruz de la Sierra), 20/01/2014

2 comments:

  1. “Jocosa comedia de trágicas consecuencias colectivas”, sintetiza muy bien el carnaval que estamos viviendo con millonarias cifras despilfarradas por el camino y otro tanto que se está embolsillando la nueva oligarquía. Ayer mismo, cuarto aniversario del estado plurinacional fue tremendamente grotesca la función con sus desfiles a todo color y baile, mientras el caudillo sonreía complacido desde el balcón de su palacete. Luego cuando esta pesadilla haya terminado, que algún día será, vendrá otra, la de la bancarrota, de los platos rotos, de las consecuencias sociales que todo el país tendrá que asumir. Y eso llevara años, décadas o quizá quedemos arruinados para siempre. Saludos.

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  2. Historia recurrente de estos tristes países. Cristinita con su "década histórica" dejará bolsillos agujereados, menos los suyos. Ni qué decir de los plurinacionales, García Linera que rebuzna acerca del socialismo pero aumenta su fortuna a niveles aún desconocidos. Pobrecitos, qué les sucederá cuando llegue el comunismo (parafraseando a la madre de Brezhnev). Saludos.

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