Friday, February 20, 2015

Roberto Navia Gabriel, otra vez premiado

Claudio Ferrufino-Coqueugniot

Ya no hay zozobra, en el caso de Roberto, de si va o no a ganar un premio. La pregunta es cuál y cuándo. Recuerdo a un insigne borrico cochabambino hablando despectivamente de los “premiados”. La angustia de estos personajes es que cuando se pone sus nombres en google, aparece a lo sumo uno de esos asnos salvajes del desierto israelita y nada más. Supongo que basta para agriar la ínfima materia gris de sus abultadas cabezas. Pero, bueno, eso, para que no salga nadie a cuestionar ni a criticar el Premio Rey de España a un notable periodista boliviano.

Navia resume cuatro aspectos que devienen en una buena crónica: talento, olfato, honradez y valor. Su talento se muestra en el estilo con que presenta sus trabajos, rico pero no retórico; su olfato en que siempre está presente en el tema que ha de interesar, que ha de convertir cualquier historia trivial (dramática o no, como la trivialidad de la muerte violenta en Bolivia) en asunto colectivo (he ahí el cronista); la honradez porque no parte del hito de la fama, o de lo que podría traérsela; y el valor, no de soldado porque no carga “escuadra” (armas), que lo lanza en medio de la debacle a rebuscar el reportaje, sea en Ciudad Juárez o en el trópico chapareño -ambos lugares de probada ignominia- con casi instinto suicida.

Si le resultará este hombre incómodo al poder está por verse. Seguro que sí, porque a nadie le gusta ver su miseria expuesta. Felizmente los premios internacionales, ya varios y muy bien ganados, lo vacunan contra las acechanzas. Otra duda es si periodista de semejante calibre podrá quedarse dentro de un entorno mezquino como el nuestro, o si su destino brillante pasará a enriquecer otro acervo sin olvidar sus raíces. Es que refiriéndonos al nuevo premio Rey de España, debemos preguntarnos: ¿cómo hemos de conservarlo entre nosotros?

Mientras tanto que pululen los aplausos porque Tribus de la inquisición, la crónica ganadora de Roberto Navia, es una magnífica y brutal obra de arte.

09/02/15

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