Friday, November 24, 2017

¿NAUFRAGAMOS?

ELENA FERRUFINO-COQUEUGNIOT

Haciendo mía la metáfora de Michel Freitag , considero importante referirme a lo que yo percibo como los signos más contundentes del inminente naufragio de nuestra Institución.

Para comenzar por algún lado, como ya es de conocimiento público, la Convocatoria a elecciones de Vicerrector(a) está viciada de nulidad. Más allá de lo que establece nuestra normativa y, más allá de lo que ha reiterado la Sentencia del Tribunal Constitucional, se ha incluido en la Convocatoria un requerimiento que no está –ni nunca ha estado- contemplado en nuestro Estatuto.

Aceptar los términos de la Convocatoria constituiría, entonces, no solo un acto de validación de una flagrante transgresión a nuestras normas, sino un acto de complicidad con lo que estamos todos tratando de destruir: un modo de existencia viciado, una enfermiza y mezquina necesidad de ostentar el poder, una ciega vanidad que intenta cubrir el desorden, la prepotencia, el atentado contra los derechos fundamentales de las personas, la falta de respeto, el terror…

No es posible, pues, legitimar lo ilegal. No se trata, y nunca fue el espíritu de mi candidatura, de ser Vicerrectora a toda costa. No es cuestión de entrar en guerra por un “botín”; por un cargo que, en los hechos, no debería implicar más que trabajo, responsabilidad y cumplimiento de la norma. Mi postulación ha desatado, sin embargo, tal psicosis y tal parafernalia, que la Institución ha vuelto a indisponerse y a enfermarse como en las peores circunstancias de nuestra historia universitaria.

¿No es acaso un signo del naufragio el despliegue irracional de lienzos a lo largo y ancho del campus, como si de fiesta se tratara? ¿No sentimos todos la náusea de caer hacia el abismo cuando leemos libelos y memes elucubrados por los mismos colegas que trabajan con nosotros? ¿O cuando tenemos que suspender las clases para dejar pasar una banda –promisoria de tiempos mejores- en pleno duelo institucional?

La nave zozobra, amigos. Y nosotros con ella. No se comprende el sinsentido, la desesperación por cerrar toda puerta de acceso al “tesoro”. Se inventa resoluciones, se trama artículos, se confunden los roles, se fuerza circunstancias, se ordena reuniones de asistencia obligatoria para conocer a un candidato… En fin, el navío está encallando.

Por responsabilidad, sin embargo, me corresponde comunicar a la comunidad universitaria que mi candidatura no se ha caído. Es más, cuento con toda la documentación prevista en el Reglamento Electoral. Sigo en camino; no he saltado del barco. Y no lo haré. Soy candidata, pero no a la fuerza. No a costa de una Convocatoria ilegítima y viciada de nulidad. No como una imposición. No. La universidad que sueño –con ustedes- es un espacio de libertad, de trabajo y compromiso. De respeto por las leyes y por las personas. Donde “no haya necesidad de instancias superiores de autoridad y de poder…” Donde se haga academia y se desarrolle el conocimiento; donde se pueda pensar críticamente, donde nadie sea dueño de nada y donde todos podamos confluir, salvarnos del naufragio y construir la universidad que queremos.


ELENA FERRUFINO COQUEUGNIOT
CANDIDATA A VICERRECTORA

2 comments:

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  2. Qué admirable la perseverancia de tu hermana, querido Claudio. Sin que importen los obstáculos que se interponen en su camino, ella sigue firme. No otras fuerzas, como son la moral y el valor, pueden sostenerla hacia la conquista de su propósito. Mi admiración por Elena. Abrazos.

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